jueves, 3 de enero de 2013

CIUDADES BOLIVIANAS PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

Finalmente desistimos ir a la zona de selva, es muy problemático, estamos en temporada de lluvias y los caminos pueden estar en malas condiciones,  además el trayecto es largo y peligroso.

De regreso de Coroico pasamos por La Paz y Oruro, aquí tenemos que pasar noche y es un lugar en el que no hay nada, excepto miles de destartalados pequeños puestos callejeros, así que el día no fue muy gratificante.

Tras dos días de viaje y un poco cansados, llegamos a la Ciudad Blanca de Bolivia, Sucre es un lugar acogedor lleno de luz, sus blancos edificios emanan color y alegría, y reina un fenomenal ambiente. Pasamos todo el día por la ciudad, descubriendo sus coquetas iglesias, coloridos mercados, museos, encantadoras plazas, parques y sus bonitos y originales planos de la ciudad en cuidados azulejos blancos, ademas hay en muchos lugares pequeñas poesías relacionadas con la ciudad que nos parecieron muy interesantes.

El variopinto y gran Mercado Central es una visita obligada, ofrece desayunos y comidas, a parte de un sinfín de productos de gran calidad a precios ridículos, nuestra debilidad fueron los riquísimos batidos de frescas frutas que servían a todas horas. Este un buen entorno para apreciar la vestimenta típica femenina de la zona, la gran mayoría visten de forma tradicional, con faldas de tablas, coloridos delantales, largas y negras trenzas acabadas en múltiples adornos, y normalmente suelen llevar sombrero.

La florida Plaza 25 de Mayo, es el eje central de la ciudad y estos días vestía las luces y adornos típicos de estas fechas. Además, posee edificios emblemáticos ya que fue la antigua capital de Bolivia y sostiene orgullosamente su estatus capitalino.

Parque Simón Bolivar.

Edificio goburnamental de Sucre.
Catedral de Sucre.
Iglesia de San Francisco, Sucre.
Detalle en azulejo.
Edificio gubernamental, Sucre.
Detalle de la Iglesia de San Francisco.
Plaza 25 de Mayo iluminada, Sucre.
Plaza 25 de Mayo iluminada, Sucre.
Catedral por la noche, Sucre.
Pedri en el alojamiento Pachamama, Sucre.
Cruces de la Iglesia de S. Francisco.
En las afueras de Sucre se encuentran dos atractivos más, que son el rosado  e inusual Castillo de la Glorieta  y Plaza de la Recoleta que cuenta con varias edificaciones coloniales de bastante atractivo y con su magnífico mirador  que ofrece espectaculares vistas de la ciudad.

Castillo de la Glorieta, Sucre.
Mirador y Plaza de la Recoleta, Sucre.


Un buen paseo por los alrededores es al noroeste, a las 7 cascadas; se llega a ellas a través de un rocoso camino que desciende hasta el río y a partir de aquí hay que remontar un encañonado y seco cauce hasta que te topas con la primera cascada. Cada pequeño salto de agua tiene su propia poza, azulada  y transparente, donde puedes disfrutar de un relajado y refrescante baño. Nosotros subimos hasta el final y decidimos que las últimas eran el mejor sitio porque son las más bonitas, teníamos los mejores saltos y como no había nadie, sentíamos la tranquilidad reinante del lugar.
En la azulada 6ª Cascada.
Alicia bañándose en la 6ª cascada
Disfrutando de un relajante chapuzón, 7ª cascada.
Vista 7ª cascada.
Otro día fuimos a hacer el "camino Prehispánico", un sendero que se cree que hicieron los Incas, es una trocha empedrada que comienza en la Ermita de Chataquila y desciende por un profundo valle hasta Chanauca, donde el panorama es maravilloso durante toda la bajada. Llegar aquí es bastante complicado, es una zona muy remota donde prácticamente no llega ningún transporte. Tuvimos que ir en el remolque de un camión acompañados de una vaca, un borracho y un montón de gente apiñada entre sus voluminosas cargas. Aunque el aire nos agitaba el pelo y teníamos unas vistas excelentes, el viaje no fue nada placentero. 
Debido al problema de la movilidad, no pudimos ir hasta Maragua que estaba previsto en nuestros planes y casi tenemos que quedarnos a dormir en esta solitaria zona. Finalmente, tras varias horas de espera y habiendo perdido toda esperanza de poder volver a Sucre, apareció un pequeño camión que nos hizo hueco en su remolque y nos provocó una inmensa alegría al saber que   íbamos a regresar. El retorno fue todo lo contrario que la ida, la gente enseguida entabló conversación con nosotros y tuvimos entretenidas e interesantes charlas con todo el pasaje, e incluso nos convertimos en uno más de ellos al ayudar a una familia a sujetar la enorme carga de helecho que llevaban a la ciudad para vender en estas fechas. 

Viaje en camión al "Camino Prehispánico".
Ermita de Chataquila, inicio del camino.
Bajando el camino Prehispánico.

Río camino a Maragua.
Llegamos a Potosí, la ciudad más alta del mundo con sus imponentes 4.070 metros de altitud, aquí cambiamos radicalmente de panorama ya que se presenta como un lugar ligado a los horrores del pasado con sus minas de plata. Su enorme montaña de colores del arco iris, el "Cerro Rico" sirve como telón de fondo y aunque todavía aporte riqueza a la ciudad no se ve reflejada, ya que Potosí ofrece un aspecto decadente, contaminado y gris. 
La urbe de estrechas calles está adornada de mansiones con balcones y ornamentadas iglesias coloniales.

Vista del inagotable Cerro Rico.

Iglesia de San Lorenzo.
Museo Casa de la Moneda, Potosí.
Iglesia "7  campanas", Potosí.
Típica calle con balconadas.
Catedral adornada, Potosí.

A pocos kilómetros de Potosí y tras un agradable camino, se llega a la "Laguna" también conocida como el "Ojo del Inca". Posee dos lagunas, una pequeña y burbujeante  a unos 150º y la otra más grande y con una temperatura más agradable (unos 35º), donde se puede nadar tranquilamente, con excelentes vistas de las rojas montañas y tremendos valles que lo rodean. Ésta tiene una forma cónica, en los extremos tiene una profundidad de un metro aproximadamente y por el centro llega hasta los 22 metros. También nos embadurnamos de barro que dicen que tiene propiedades saludables para la piel. 

"Ojo del Inca", Potosí.

"Ojo del Inca", Potosí.

"Ojo del Inca", Potosí.

La vuelta la realizamos en una camioneta con un señor muy simpático que nos ofreció ir con él hasta Potosí en  la parte de atrás y donde tuvimos una conversación muy divertida sobre la actualidad política de España, Bolivia y Chile.

Camino de vuelta en camioneta del "Ojo del Inca" a Potosí.

El próximo destino el increíble suroeste de Bolivia, no os lo perdáis.

3 comentarios:

  1. Muy bonitas las fotos, y ¡¡cuanta luz!!

    Buena entrada de 2013.

    Un abrazo/beso

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  2. ¡¡¡como para ir yo en el camión con la vaca!!!jajjaja. Que envidia tan guapos en pantalon corto y tirantes...
    Elena.

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  3. Vaya Navidades tan veraniegas que os habéis pegado.
    Os deseamos un próspero año nuevo, que felices ya se os ve.
    Muchos besos.

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